Una noche dormitaba
Mientras pasaba el tiempo,
Los minutos y segundos
En el oscuro silencio.
Mi pulso se iba frenando;
Mi oido, ensordeciendo;
Mi respirar, suavizando
En el orscuro silencio.
La imágenes confusas
Invadieron mi cerebro.
Imposible descifrarlas
En el oscuro silencio.
Sentí así cómo mutaba
Mi alma dentro de mi cuerpo.
Me asusté mientras cambiaba
En el oscuro silencio.
Rozó mi mano el rechazo,
Cayó el llanto entre mis dedos.
“¡No soy yo!”, grité al vacío,
en el oscuro silencio.
Y mil lágrimas brotaron,
Mis mejillas se encendieron.
Me encontré perdida y sola
En el oscuro silencio.
Miro atrás y no veo nada,
Sólo puedo oír mi aliento,
Los sollozos y la ira
En el oscuro silencio.
Estoy entre dos paredes
Y la salida no encuentro.
Necesito ver la luz
en el oscuro silencio.
De repente oí un susurro
Cabalgando sobre el viento.
Una esperanza asomaba
En el oscuro silencio.
Y desperté sorpendida.
Se liaba en mis cabellos
Una mano conocida
En el oscuro silencio.
“Te he venido a rescatar
de tu confusión y sueño.
No encontrarás la verdad
En el oscuro silencio.”
Tengo fe en la realidad
A pesar de lo que siento.
Tengo miedo de perderme
En el oscuro silencio.
miércoles, marzo 08, 1995
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